Valentina

Valentina

lunes, 13 de agosto de 2012

A VECES HAY QUE DECIR NO

Hoy quiero hacer un llamamiento a la reflexión.
Muchas, pero muchas veces, vienen clientes a pedirme cosas que son imposibles, pongo un ejemplo:  un perro, un cruce mediano, viene lleno de nudos. Los dueños quieren que le haga un corte artístico y realmente la única solución es rapar.
Cuando yo digo que lo voy a rapar me dicen que rape solo dónde hay nudos...pero yo veo nudos en todo el perro. Es habitual negarse a querer ver la realidad...señores, a todos nos puede pasar, llevamos vidas estresantes a ritmo de vértigo, y es cierto, a veces al último que miramos es a nuestro propio perro...es normal, a todos nos ha pasado alguna vez......
En fin, entonces los dueños, dicen que las patas rapadas le quedan muy mal y la cabeza lo mismo. Cuando hay nudos tan gordos es muy desaconsejable bañar, porque puede quedar restos de agua y de jabón en medio de los nudos y pegado a la piel, con el riesgo considerable de una dermatitis...
Entonces la conclusión de los propietarios es que tengo que dejar el perro a medio rapar, sin bañr, y con las patas y la cabeza llenas de nudos y sucios...y ese perro sale así de mí peluquería....
Me gustaría hacer un llamamiento a la cordura...a veces cuando alguien me pide algún tipo de corte que no puedo hacer y digo: como profesional me tengo que negar a hacer eso...lo p`rimero que piensan los clientes es que no tengo ganas de trabajar.
Soy una profesional, y me gusta que mi trabajo quede bien hecho. Yo me preocupo de que el perro vaya bien seco, de que no lleve nudos, de uqe vaya bien lavado, de que vaya bien cortado...me desvivo para que no quede a medias...
Cuando un cliente me pide cosas así, es decir, lo contrario a mi protocolo de trabajo...no hay que pensar solo en ese cliente, que aunque me lo ha pedido yo se que el resultado final no le va a gustar, porque un perro a medias no causa buena sensación a nadie...y aunque los propietarios estén de aucerdo y sepan que es lo que ellos han pedido, hay gente que los ve al salir del negocio, en el parque, por la calle...y se hacen una idea muy equivocada del servicio que he proporcionado. 
Lo que quiero decir, es que a veces por atender una "exigencia" de un cliente, me arriesgo a que se ponga en entredicho mi buen hacer profesional.
Por eso, la próxima vez que la peluquera os diga que hay algo que no se puede hacer..no pongáis mala cara, estáis poniendo en juego nuestra carrera, el dinero con que pagamos la comida de nuestros hijos, y en el fondo, sabéis que os estamos dando el mejor consejo, de corazón.
Yo, como profesional, siempre doy el mejor consejo para el animal, y si hay alternativas, todas las alternativas, para que podáis decidir libremente.
Qué más quisiera yo que poder complacer todas vuestras exigencias, pero como en la vida...hay límites......por eso... aveces... y sin que sea por vagancia...TENGO QUE DECIR QUE NO!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario